Así lo indicó el presidente del Sindicato Nº2 de Armat S.A, Manuel Navarro Soto, quien además se refirió a la situación actual de los trabajadores de la entidad.
El cierre de la conocida fábrica de cospeles a nivel internacional, se produjo después de 52 años de funcionamiento en Quilpué, en donde elaboraron el molde del euro e hicieron monedas para más de 60 países. El motivo sería que la Casa de Moneda habría entregado el trabajo de elaboración de cospeles, que normalmente correspondía a Armat, a dos empresas extranjeras, una española y la coreana ‘Punsan’.
Manuel Navarro señaló que, tras el cierre, se ha presentado una medida precautoria en contra de la empresa, además de haber asistido a comparendos de conciliación en la Inspección del Trabajo de Marga-Marga.
Esta última instancia, señaló el dirigente, no habría arrojado acuerdos, pues la empresa ofreció a los trabajadores pagar la indemnización en doce cuotas con tope de once años y bajo el artículo 161 del Código del Trabajo.
Además, Navarro indicó que los trabajadores están citados nuevamente los días nueve, 10 y 13 del presente con la empresa para ratificar el no acuerdo, de no mediar un cambio en algún trabajador.
El dirigente manifestó también que los trabajadores con fuero sindical fueron reincorporados, dándole la oportunidad a la empresa de seguir los pasos que la ley establece para ello, ahorrándose las multas.
Por otra parte, señaló que se demandará a la empresa en forma colectiva, reclamando las indemnizaciones por años de servicios y todo dinero que por efecto de las formas de despido incurridos por la empresa se pudieran deducir.