Conocida profesora de danza de Quilpué acusa mala infraestructura y reglas confusas en recinto turístico.
Eran las 10 de la mañana del domingo 03 de marzo, cuando Marjorie Aguilar se dirigió junto a sus cuatro hijos y numerosa familia -que había llegado a visitarla del norte durante estas vacaciones- al recinto turístico Santa Ana de Villa Alemana, con el fin de disfrutar los últimos días del verano.
“Todos los años, mi familia visitaba el lugar y nunca habíamos tenido problemas, por lo que decidimos ir con la gente que había venido a verme. Incluso, yo misma recomendaba el lugar a otras personas, porque lo encontraba bueno para pasar el tiempo libre junto a mis hijos y esposo”, comenta la Directora de Danza de la Escuela Contrapunto, en donde trabaja hace más de 10 años.
La conocida docente, cuenta que los problemas comenzaron al llegar, cuando trató de calentar agua para desayunar, pero el sistema eléctrico de los quinchos no funcionaba. “Por ello, tuve que devolverme a casa a buscar una tetera y encender fuego en la parrilla, lo que me impidió estar junto a mis hijos por un lapso de aproximadamente 30 minutos. Menos mal que andaba en auto para movilizarme más rápido, ya que tengo una recién nacida”, señaló.
Marjorie muestra las boletas que canceló por concepto de entrada por un monto de $72 mil pesos, ya que la entrada general adulto tiene un valor de $ 4000 y de niño, $3000, argumentando que se siente engañada, “ya que elegí el lugar debido a los toboganes con los que cuenta, que anuncian en grandes carteles afuera del recinto, por lo que los niños se motivaron a ir, pero que no pudieron disfrutar por una disposición que me dijeron a última hora, que consistía en que no podían utilizar el tobogán después de las cinco de la tarde, por ser horario adulto”, señala.
Tanto la familia como Marjorie, que habían estado durante la mañana nublada esperando que saliera el sol, en la tarde no puedieron bañarse en la piscina de niños porque el tobogán estaba destinado a los adultos desde las 17 horas, a pesar que la piscina estaba abierta hasta las 19 horas para los más pequeños.
“Como solución, me dijeron que los niños podían bañarse en la piscina de adultos, cosa que me pareció mal porque es peligroso y, además, cerraron el paso al tobogán cuando reclamé, por lo que nadie pudo hacer uso de él”, relata Marjorie.
Para colmo, la profesora quien está acostumbrada a salir de paseo con sus alumnos y comunidades escolares donde ejerce, indica que al usar los baños “me encontré con todas las cadenas malas y los servicios higiénicos en mal estado, por lo que me sentí burlada y puse un reclamo en el libro, dejando mi número telefónico, pero aún no recibo respuesta”.
Asimismo, Marjorie Aguilar estampó un reclamo en el Sernac, ubicado en la Casa Consistorial de la Municipalidad de Quilpué, con el fin de que la empresa dé una respuesta por las dificultades a las que se habría visto sometida junto a su familia.
Respuesta
En tanto, personal de portería conversó vía telefónica con Quilpué Online explicando que el caso se verá en una reunión de directorio dentro de esta semana y posteriormente, la cliente será contactada para resolver el problema.
“Éste no es un parque acuático, sino que contamos con un solo tobogán, por lo que tenemos establecido un horario para adultos y niños, con el fin de que no se provoquen accidentes. Además, las hijas de la señora habían venido en otra oportunidad por lo que se supone que habían leído las instrucciones que están dispuestas al interior del recinto, por lo que quizá deberían haberle informado que existía horario. La señora tampoco dejó por escrito lo de su reclamo por no haber podido calentar agua en un hervidor, pero es algo que solucionaremos a brevedad”, señaló.
“Lo que quiero es que especifiquen bien cuáles son los horarios y servicios de los que podemos disponer quienes visitamos los recintos turísticos, para decidir dónde ir sin encontrarnos con sorpresas”, indicó Marjorie Aguilar.