A los 67 años, el sociólogo y economista deja una huella imperecedera en la defensa de la democracia y en todos los quilpueínos.
El 5 de abril de 2013, Tomás Winston Sir Barría, “el Profe” como lo llamaban cariñosamente sus alumnos y toda la comunidad, dejó de existir, luego de una vida completamente consagrada a la lucha por los Derechos Humanos desde el frente socialista, desarrollada en Chile y, especialmente, desde Quilpué.
27 años ligaron al sociólogo y economista con la Ciudad del Sol, lugar al que llegó desde Concepción junto a su esposa, Pilar Tosso y sus tres hijos, atraído por el favorable clima que influyó en la recuperación de una afección respiratoria de una de sus hijas.
Había dejado en la ciudad penquista la vulneración a sus derechos, cuando en 1973, producido el Golpe de Estado, es exonerado de sus labores de docencia y como Jefe Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Concepción, y enviado a la Isla Quiriquina como prisionero político.
Fue en su Casa de Estudios donde Tomás Sir abrazó los ideales socialistas, ingresando al Partido, luego de un exhaustivo estudio sobre los principios y valores del ideario desde la Revolución Francesa en adelante, cimentado en su innata pasión por la lectura.
Ya en la Quinta Región, retoma su ejercicio en la Dirección Regional de Valparaíso, específicamente, en la Comunal de Quilpué. Fue Encargado Internacional de la Agrupación de ex presos políticos, también uno de los fundadores del Programa de Reparación y Atención Integral de Salud (PRAIS), iniciativa especialmente destinada a las víctimas de la represión política, entre muchas otras labores que marcaron su vocación de servicio público.
Acérrimo defensor de los Derechos Humanos, luchó durante toda su vida para que “nunca más” se repitiesen los actos de violación y tortura, y, con el mismo fin, nunca se borrasen de la memoria colectiva del país.
Reconocimiento
Innumerables logros, gestiones y trabajo que realizó con pasión son reconocidos ampliamente por muchas organizaciones culturales y comunitarias de Quilpué, en las que Tomás Sir siempre contribuyó sin distinciones.
Esta admirable labor fue apoyada en forma incondicional por su esposa y compañera Pilar Tosso, con quien compartió su vida, lucha, logros y pasión por 48 años.
Su gran tesón y compromiso son ejemplo para muchos quilpueínos que recordarán al “Profe” como un gran sociolólogo, economista, pedagogo y hombre defensor de los Derechos Humanos en Chile.
