Más tranquilos se encuentran vecinos del sector, luego de una reunión sostenida con SERVIU y la Egis a cargo, luego del incendio de Rodelillo.
“Hasta el momento va todo bien. Por lo menos, ahora se han puesto las pilas con los documentos y los han tenido a la fecha”, comenta Julia Castillo, Presidenta del Comité Valle Aconcagua, de Quilpué, luego de un año de haber puesto la primera piedra en calle Barros Arana del proyecto que beneficiará a 48 familias.
Fue en abril de 2012 cuando la dirigenta agradeció las gestiones realizadas por parte de las autoridades y, principalmente a los vecinos, que durante 12 años esperaron la solución definitiva. “Estoy contenta pues al fin nos dieron la posibilidad de postular a la construcción de las casas para las 48 familias que conforman el Comité, el cual se formó el año 2000 con una toma irregular. Desde ese momento comenzamos a hacer las gestiones para postular a los subsidios”, señaló, Julia Castillo, en la oportunidad.
Marianela Reyes, representando a las familias, pronunció un sentido discurso de agradecimiento en el que reconoció el esfuerzo de todos los vecinos en el logro del objetivo alcanzado. “Ha sido un camino muy largo, algunos se fueron y otros habían perdido las esperanzas de ver materializado sus sueños. Teníamos el temor de que nos desalojaran, pero no fue así. Durante estos años seguimos avanzando en la gestión en conjunto con todos los vecinos que son gente esforzada y luchadora”, manifestó.
Por un momento, el anhelo de ver materializados sus sueños se vio empañado, según cuenta la Presidenta del Comité. “Dijeron que nuestras casas se construirían en el mes de junio de 2012, cuando llevamos más de 6 meses fuera con el subsidio de arriendo y en el terreno que nos pertenece aun no hay absolutamente nada, solamente un radier, y eso que éramos prioridad nacional”, declaraba la dirigenta, en febrero.
Pero Isabel Castillo siguió luchando en conjunto con las 48 familias del Comité y, a la fecha, luego de dos meses, concluye “a pesar de todos los problemas y circunstancias que hemos tenido, nuestras casas van saliendo rápidamente, porque somos gente luchadora, valientes y perseverantes. No somos políticos, sólo queremos nuestras casas para vivir tranquilamente con nuestras familias”.
La dirigente relata que según los planes presupuestados para la construcción, “se suponía que nuestras casas estarían en 14 meses, contando desde el año pasado, cuando pusimos la primera piedra y nos hemos atrasado tanto que, seguramente, nos van a dar 6 meses más para que la empresa constructora termine las casas. Aunque realmente la culpa no es de ellos, sino de las instituciones de gobierno, que no se ponen de acuerdo en firmar los papeles y autorizaciones que corresponden a la hora y fecha que ellos señalan. Estuvimos casi 4 meses parados y la gente estaba muy preocupada porque no veíamos nada de construcción en nuestro terreno, hasta que llego el día esperado, creo que fue el día del incendio en Rodelillo, cuando tuvimos una reunión con SERVIU y la EGIS, y les pedimos que se pusieran los pantalones, que ya estábamos chatas de de que nos mintieran y nos dieran fechas falsas”.
No más tomas
Para el año 2014 desaparecerían los campamentos en la ciudad, gracias a la gestión realizada por los Comités a través del Municipio, con el Servicio de Vivienda y Urbanización.
De los siete campamentos catastrados e intervenidos existentes en Quilpué, cinco ya cuentan con una solución y los proyectos de los dos restantes –Los Colonos de Belloto Norte y Los Fundadores de Pompeya Sur- ya están en proceso de ser postulados.
Del mismo modo, el municipio colabora con las familias de escasos recursos aportando financiamiento para el ahorro inicial que deben poseer para postular a los programas que les permiten acceder al sueño de la casa propia.
