Recorridos distanciados empeoran calidad de vida de los ciudadanos, a pesar de que las empresas reciben $450.000 de subsidio estatal, a diferencia de los buses rurales, que perciben hasta $70.000 y que además, tienen restricción vehicular por dígitos.
Luego de inspeccionar el sector alto y sur de Quilpué, y al constatar la escasa frecuencia de buses que en algunos casos supera los 45 minutos entre máquina y máquina, el Consejero Regional Manuel Millones indicó que solicitará a la Seremi de Transportes, terminar el contrato de al menos dos recorridos, al constatar grandes deficiencias en los viajes desde y hacia Viña del Mar y Valparaíso.
“No es posible que en el caso de las líneas 119 y 108 las personas y estudiantes deban esperar casi una hora por un microbús, que en ocasiones ni siquiera para porque, va repleto. Esto es una tomadura de pelo a la licitación del transporte que incluso se pretende extender por dos años más y de forma automática”, indicó Millones.
“Aquí hay que hacerle un alto a estos empresarios que reciben en promedio un subsidio estatal de 450 mil pesos, dinero que reciben incluso teniendo las máquinas guardadas, como parece ser en este caso, por lo que solicitaré que se caduquen sus contratos en el caso que no se dé respuesta satisfactoria a las demandas de vecinos, frecuencia, mayor dotación y extensión horaria”, agregó.
Los sectores afectados por escasez de locomoción son Valencia Alto, Pompeya Sur y Manuel Rodríguez. “El asunto es dramático por las mañanas, donde un viaje a Viña o Valparaíso, que debiese durar 30 minutos, fácilmente se puede transformar en dos horas”, indicó María Valencia, presidenta de la Junta de Vecinos 79, de Valencia Alto.
Similar inquietud planteó Darinka Bascuñán, del Comité Emprendedores, al señalar que la espera de buses se transforma en dramática dadas las bajas temperaturas matinales y en los días de lluvia, sobre todo en caso de niños y ancianos. A ello, Dalila González precisó que los días de semana, el último bus pasa a las 8 de la tarde y de ahí quedamos incomunicados.
Según Millones, todo lo anterior justifica que la Seremi de Transporte, “que tiene las facultades legales, al menos no le renueve la licitación de forma automática y busque solución a los problemas. Hay que informarle a la ciudadanía que la autoridad tiene facultad administrativa para llamar a un nuevo operador, situación que además reafirma el proyecto de reposición de la Estación Valencia de Merval”.
Buses Rurales
A la par de estas visitas, Millones se reunió con la Directiva de la Federación de Transporte Rural de la Región de Valparaíso, quienes prestan servicio en las Provincias de Quillota y Marga Marga.
En reunión con el presidente de Ciferal Express, Claudio Pizarro y Hugo Palacios de TGP Tours, se impuso de las carencias del sector, por lo que se piden que se equiparen sus situaciones de contrato con el servicio urbano.
Esto, pues el subsidio estatal llega a un máximo de 70 mil pesos, a diferencia de los 450 mil en promedio que reciben los buses de ciudad.
A ello suman que los buses rurales tienen restricción por dígitos cada día, que en la práctica se traduce en 50 días menos trabajados al año.