El 11 de octubre el edil presentó un reclamo ante la Contraloría Regional por daño al patrimonio económico de la ciudad, indicando que la licitación tenía bases débiles y que la ciudad dejará de percibir mil 500 millones de pesos en los próximos años.
Son muchas las aristas que ha tenido como resultado el proceso de licitación y adjudicación del sistema de parquímetros, adoptado en votación del Concejo Municipal, y cuyo único voto en contra fue el del concejal de Quilpué, Ignacio Olavarría (DC).
Tanto en redes sociales como en la conversación cotidiana, la decisión ha generado molestia en la ciudadanía, dados los altos cobros de estacionamiento y la cantidad de calles que se han sumado a éste, originando reclamos tanto en usuarios como en el comercio, que se ve afectado en la menor afluencia de clientela, derivada de la disposición.
Uno de los primeros en oponerse fue el concejal Olavarría, quien presentó un reclamo formal ante la Contraloría Regional en relación al proceso de licitación y adjudicación del sistema de parquímetros, indicando principalmente que lo adoptado en votación del Concejo Municipal generaba un grave daño económico al patrimonio de la ciudad. En el documento, el edil solicitó un pronunciamiento de Contraloría, “pues todo indica que es prudente aclarar la anulación de la licitación”.
En la oportunidad, Olavarría argumentó su presentación señalando que “en el proceso de licitación existen serias debilidades en las bases que se prepararon y que conducen, en mi opinión, a un inexorable e irreparable perjuicio económico al patrimonio de la ciudad de Quilpué. En término simples y con datos duros, la ciudad dejará de percibir por los próximos 16 años, la suma de mil 500 millones de pesos”, agregando que “se ha elegido una alternativa que menos contribuye a las arcas municipales. Esperamos que la autoridad competente, en este caso Contraloría pueda clarificar y reestablecer el derecho para el bien del patrimonio municipal”.
Principales causas del rechazo
Consultado por las principales causas del voto en contra, el edil quilpueíno explicó que “primeramente, debo decir que una decisión que va a involucrar a la ciudad por 16 años, que va a afectar barrios enteros y sectores residenciales nuevos, tiene que ser consultada a la ciudadanía. Es decir, los propios vecinos y comerciantes tienen que expresar su opinión en una Consulta Ciudadana, en que ellos decidan si quieren subir y bajar los parquímetros, porque estamos afectando las vidas de las personas”.
Continuó diciendo que si la decisión ya no fue esa, sino que simplemente traer recursos frescos al municipio, “entonces, lo que tendríamos que hacer es elegir la alternativa- no empresa- que trae más dinero al municipio y, claramente, la que fue presentada al Concejo fue la que menos aporta a la ciudad. Aporta un 20 por ciento y la otra aportaba un 35%, lo que significa una diferencia de mil 500 millones de pesos. Esto es mucho dinero, significaría cubrir el déficit de la Corporación Municipal de Educación, así es que es realmente relevante”.
A su vez, indicó que expuso en el Concejo que las bases que se utilizaron para la licitación tenían errores demasiado grandes.
Por ejemplo, “determinar que una empresa que entrega menos recursos sea la adjudicada; a la experiencia y capacidad económica se les otorgaba un porcentaje altísimo, qué importa la experiencia para cobrar en los parquímetros si basta una pequeña maquinita. En el país se sabe cuáles son las empresas que tienen más o menos cupos y no hay ningún aspecto relevante que indique que la que tiene mayor cupo lo hace mejor. Lo mismo pasa con la capacidad económica de la empresa concesionaria, no afecta en absoluto, porque se pide una boleta de garantía de fiel cumplimiento y está establecido en las bases que debe haber un anticipo de 460 millones o 680 millones, qué mayor garantía que ese dinero que queda en el municipio”.
De esta manera, si la empresa no cumple, simplemente se da término al contrato y se vuelve a licitar. “Por lo tanto, luego del análisis, mi voto en contra fue claro y contundente. Lamenté y reaccioné con un poco de indignación, porque ninguno de los otros concejales tomó la misma opción, fui el único voto en contra. Ahora bien, si el resto de los concejales hoy está en la misma postura, bienvenido. Aquí no se trata de monopolizar alguna decisión. Estamos trabajando por el interés de la ciudad. Por lo tanto, si los concejales quieren revisar este tema y si la comunidad organizada a través de los vecinos y Cámara de Comercio desean que el Concejo plantee el tema y se revise la licitación, no hay ningún problema. Vamos y lo hacemos”, añadió el edil.
Molestia y rechazo por aumento de cobros y calles con parquímetros
En cuanto a la molestia que ha ocasionado el aumento de cobros y calles en usuarios y comerciantes, el concejal Olavarría manifestó que su punto de vista inicial era el perjuicio económico que significaría para la comuna haber adjudicado a una empresa que estaba entregando mil 500 millones menos para la comuna.
“Sin embargo, a pocos días fui constatando que la ciudadanía empezó a rechazar en forma frontal y decidida a esta licitación, porque primeramente subió la tarifa. Recordemos que eran 608 pesos la hora y ahora es 990, casi mil pesos. En Valparaíso usted paga $800 por hora, el mall tiene una tarifa bastante más reducida y en las otras comunas igual. Es decir, en Quilpué tenemos una de las tarifas más altas de Chile, lo que nos parece increíble y lleva al enojo de mucha gente que lo ha manifestado en las redes sociales, diciendo que no sacarán la patente en Quilpué, porque aquí están matando el comercio. Yo no puedo sumarme a esa campaña, porque atenta contra los ingresos del municipio que necesita dinero para hacer actividades, obras y entregar beneficios sociales. La raíz de este asunto es haber tomado una mala decisión, haber adjudicado a una empresa que cobra más y aporta menos al municipio”.
Diseño “entre cuatro paredes”
El concejal quilpueíno afirmó que aumentar los cupos de 276 a 622 generó invadir zonas que antes efectivamente no tenían parquímetros y cubrir áreas donde hay colegios.
“Por ejemplo, en calle Blanco, los mismos comerciantes de las casas de repuestos contribuyeron económicamente para realizar el parqueadero y hoy se establece un sistema de parquímetros en esa zona. Entonces, se han cometido errores. Creo que el diseño de esta licitación fue hecho entre cuatro paredes, sin las visitas previas que se requieren ni conversar con los ciudadanos, vecinos y comerciantes”, indicó.
Así mismo, agregó que “es más, en el centro tenemos dos calles que fueron eliminadas del sistema de licitación que son Aníbal Pinto y Andrés Bello. Ahí también se ven afectados los comerciantes, quienes estaban acostumbrados a que sus clientes aparcaran frente a ellos. Yo me pregunto cuál es el interés o el objetivo con esto; si querían obtener más recursos y ampliar los cupos, cómo es posible que se supriman calles que han sido tradicionales de este sistema de parquímetros”.
En cuanto a un futuro estacionamiento subterráneo en Quilpué, el concejal Olavarría manifestó que “efectivamente, era una idea, u proyecto que requiere mucha inversión. Tal vez así yo podría decir que se justifica tener un período de 16 años para recuperar esa inversión. Sin embargo, los concejales no tenemos que ver con las propuestas, que vienen de Alcaldía y el alcalde definió este esquema. He aprobado muchas obras y adquisiciones que vienen de Alcaldía, pero me pareció que ésta tiene errores y vicios en las bases”.
Reclamo ante Contraloría Regional
Luego de expresarlo en el Concejo Municipal, el concejal Ignacio Olavarría presentó a la Contraloría Regional una solicitud de nulidad del proceso, posterior a los 10 días de la votación. La Contraloría tomó nota, ofició y le dio un plazo a la Municipalidad de Quilpué a lo que el Municipio ya contestó. El municipio informó que está siendo objeto de una investigación por parte del Tribunal de Competencias Públicas, órgano de la Justicia que tiene que ver con las licitaciones.
“Al dar esa respuesta a la Contraloría, ésta me envió un escrito informando que por el momento, como en la práctica este tema está siendo tratando judicialmente, la Contraloría debe abstenerse de emitir opinión. Una vez que termine ese proceso judicial, en forma paralela la Contraloría puede iniciar una investigación con una Auditoria sobre los procedimientos, sobre las bases y sobre los procesos, así es que estoy confiado. Es un proceso que debe ser evaluado por la Contraloría y que se iniciaría en el año 2015”, indicó el edil demócrata cristiano.
El concejal Ignacio Olavarría subrayó que la ciudadanía tiene que expresar su opinión. “La comunidad organizada, Juntas de Vecinos y Cámara de Comercio tienen que decirnos a nosotros, los concejales, qué les parece esta nueva licitación que afecta la vida de la ciudadanía entera. Estoy dispuesto a recibirlos y plantear nuevamente este tema en el Concejo, si podemos revertir y tomar alguna medida tendiente a resolver este problema”.
Remuneraciones
Finalmente, otro punto que el edil recalcó en este sentido fue el de los contratos de los trabajadores, en cuanto a las remuneraciones.
“Dentro de las bases de la licitación se contemplaba que las remuneraciones de los trabajadores, de los operadores de este sistema de parquímetros, debían ser por un monto mínimo de 400 mil pesos. Ese fue el compromiso y en el Decreto de Adjudicación se estableció de esa manera. Sin embargo, me he enterado con sorpresa e indignación que los contratos que se les han hecho firmar a los trabajadores son por el sueldo mínimo. Eso es causal de término de contrato. He solicitado a la Municipalidad de Quilpué en el último Concejo que se nos entregue copias del contrato celebrado con la empresa concesionaria Estacionar S.A. y del libro de remuneraciones del mes de octubre, para ver cuál es la remuneración del total de haberes que se les pagó a los trabajadores”, concluyó.
