Coordinador regional de Recursos Hídricos explicó que se analizan estas opciones para enfrentar la sequía.
Recuperar y utilizar las aguas tratadas para el consumo netamente productivo y las aguas de lluvia para el consumo humano y también productivo, podría ser la principal herramienta con la que contarían las autoridades provinciales en Marga-Marga si prosperan los estudios que se están realizando para encontrar mecanismos para afrontar la sequía que se ha prolongado por aproximadamente seis años. Así lo confirmó el gobernador provincial, Gianni Rivera, junto al coordinador regional de Recursos Hídricos, Marcelo Herrera.
“Es una muy buena iniciativa, porque la mejor utilización de las aguas lluvias por ejemplo para riego y las aguas tratadas también para este mismo fin, pueden servir de muy buena manera, como también así la mezcla de estas aguas puede servir para algunos fines de la misma casa, por ejemplo, el lavado de ropa o la descarga de los baños. Estamos en la senda correcta y hay que trabajar explorando diferentes iniciativas y medidas que puedan facilitar la calidad de vida de las personas y eso es algo fundamental que está desarrollando el Ministerio de Obras Públicas”, señaló Rivera.
Sobre los aspectos más técnicos, Marcelo Herrera manifestó que por especial encargo de la Delegación Presidencial creada con este fin y que dirige Reinaldo Ruiz, se pidió “trabajar iniciativas más innovadoras, principalmente en la identificación de nuevas fuentes, y esto haciendo una revisión en la región nos acota a dos grandes mundos”, la cosecha de aguas lluvias y aguas tratadas.
En cuanto a las aguas de lluvia, sostuvo que se está analizando la posibilidad de hacer pilotos y almacenarlas en zonas urbanas. Con referencia a las tratadas, explicó que “Fundación Chile está en un proyecto FIC haciendo un levantamiento de información de las aguas, principalmente en la zona costera, que hoy día se están entregando al mar. La idea es utilizarlas o reutilizarlas e impulsar las zonas que están deprimidas con el recurso hídrico”.
“En el caso de ustedes, como Marga-Marga, podría ser Limache u Olmué y habría que analizar técnicamente esa idea, pero consiste en tomar estas aguas con calidad de riego y transportarlas a algún punto donde esté deprimida la agricultura. Estamos hablando de volúmenes aproximados de tres metros cúbicos, o sea, tres mil litros por segundo. Es una cantidad bastante considerable como para poder despreciar y no trabajar en ello”, explicó Herrera.
Anexo, indicó que tras una exitosa gestión con las comisiones de consumo humano y productivo que se organizaron en 2014, ahora el desafío es formar cuatro mesas en la región -una por cuenca-, río Aconcagua, provincia de Petorca, Casablanca y comuna de San Antonio.