Como muestra del reconocimiento hacia su trayectoria en defensa de los derechos humanos, la iniciativa legislativa fue aprobada por la unanimidad de los parlamentarios presentes en la Sala.
Por 92 votos a favor, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que autoriza erigir un monumento a Juan Bustos, destacado abogado, profesor de derecho, cuya trayectoria lo llevó a transformarse en el ícono de la defensa de los derechos humanos. Además, Bustos fue diputado Socialista, electo por tres períodos, falleciendo cuando ocupaba el cargo de Presidente de la Cámara.
El diputado Marcelo Schilling, señaló que frente a la personalidad de Juan Bustos sólo se resaltan ciertas virtudes académicas, republicanas o personales. Sin embargo, destacó que el ex diputado PS también fue un gran jurista que dejó escuela en Alemania, Barcelona y en su alma máter, la Universidad de Chile y en la propia Cámara de Diputados, que le tocó presidir, así como en la Comisión de Constitución, por su contribución a la formación de las leyes.
Schilling recordó que Juan Bustos vivió parte de su exilio en Argentina, donde fue secuestrado por la Alianza Anticomunista Argentina, conocida como la Triple A. Luego fue expulsado a Honduras, desde donde fue rescatado y enviado a Europa, porque su vida corría peligro.
“Juan Bustos, asumía todo con pasión, no sólo la defensa de los derechos humanos. En el clima reinante en los años 60 y 70, él se comprometió a fondo con la lucha popular en Chile, participando en el gobierno de Salvador Allende, encabezando uno de los regionales más importante del PS, donde hicieron una publicación denominada La Aurora de Chile, que se caracterizaba por su radicalidad, lo que hoy algunos intentan ocultar, pero que forma parte de la historia y trayectoria de Juan Bustos”.
Finalmente, el diputado PS destacó que de todos los desafíos impulsados por el ex diputado Juan Bustos, se ha logrado concretar una serie de estos, entre los que destacan: la creación de la Provincia de Marga Marga, que fue una de sus aspiraciones locales, y el Instituto de Derechos Humanos, “que fue uno de sus principales sellos”.