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Vecinos de Quilpué reclaman derecho a agua potable

Mientras en la ciudad crece el parque inmobiliario con piscinas, centenares de familias no cuentan con el vital elemento para su vida cotidiana, riego y prevención de incendios.

Abrir la llave y obtener agua potable es cotidiano en nuestras vidas durante invierno y verano. Llenar la piscina, regar nuestro jardín y contar con ella diariamente es parte de lo que sabemos que es un derecho, pues es una necesidad básica que no tomamos en cuenta porque está al alcance de la mano. Sin embargo, si no tenemos consciencia el agua es uno de los recursos que estará en serio peligro en un plazo mediano.

Las comunidades rurales de distintas ciudades ya han sentido las dificultades de esta carencia. En Quilpué, Los Molles, La Retuca, Los Perales, y parte de Colliguay y Belloto Norte no cuentan con agua potable. Es la Gobernación la que subsidia el vital elemento que reparte el Municipio en camiones aljibes. Los vecinos están preocupados porque en menos de un mes deberán comenzar a cancelar $70.500 sólo por el traslado.

“EL VECINO ES EL QUE SUFRE”

Samuel Tapia Castillo, vecino de la localidad de Los Molles (altura kilómetro 20 mil) hace dos años y tesorero de la Junta de Vecinos que se ha conformado hace un mes, indica que “venimos trabajando en el sector por las diferentes problemáticas que se están dando, con generación de comités para el tema de contaminación de los cursos de agua, de la presencia de moscas por causa de las empresas que están presentes y hoy en día estamos aquejados por el tema del reparto de agua municipal”.

Señala que en la memoria emotiva de los quilpueínos está el recuerdo de hace no más de 10 años los baños en el  Estero de Quilpué. “Hoy, todo esos cursos están intervenidos por las empresas que se han apostado en el sector, desviando las aguas y construyendo embalses para su producción, lo que ha afectado la biodiversidad del entorno y tampoco existe regulación en todo lo que son esos procesos, la tala de árboles y otros temas ambientales”, advierte Samuel.

A nivel local, los vecinos identifican bien a empresas. “Nosotros tuvimos una mesa de conversación con la empresa de huevos Arizona, con el señor Julio Aris, pero no tuvimos buenos términos y la verdad es que se terminó la mesa de negociación. Hemos visto algunas cosas, están preocupados de regularizar sus plantas de packing, pero la verdad es que en el día a día, el vecino es el que sufre con una sobrecarga de moscas, con no poder desarrollar una vida normal. O sea, olvídate de que yo voy a invitarte a comer un asado en fin de semana, es imposible poder echarse algo a la boca afuera, en el patio”.

Samuel explica que hay que considerar que en los siete kilómetros que conforman el poblado de Los Molles existen aproximadamente cinco plantas de producción de huevos, además de otras empresas como Tres Montes; empresas que realizan descargas de camiones, queman filtros, cambian aceite, y los riles (residuos líquidos industriales) son vertidos al torrente del estero.

“EL MUNICIPIO NOS ESTÁ NEGANDO EL REPARTO DE AGUA POTABLE”

“Somos aproximadamente 250 familias. Proyectando cuatro integrantes por cada una, tenemos mil personas. Tenemos deseos de lograr una buena convocatoria con los vecinos, que residen desde siempre allí. Algunos trabajan en estas empresas, por lo que son reticentes a participar. Hay sí nuevos vecinos, y en conjunto trabajamos en la escuela rural del sector en fiestas de Navidad, y les puedo adelantar que estamos trabajando con la Comandancia de Bomberos y Onemi para realizar un simulacro en el mes de enero, con el fin de prevenir incendios, ya que no tenemos agua potable y, en noviembre, en menos de tres semanas, tuvimos cinco focos, a lo que ahora se suma el hecho de que el municipio nos está negando el reparto de agua potable”, dice Samuel.

Cuenta que el municipio comenzó con un beneficio municipal de reparto a 100 o 120 familias, lo que ha mantenido hasta hoy, pero el crecimiento demográfico reclama con urgencia hacer una extensión de lo que es el agua potable, lo que se ha escapado de las manos, considerando que es un derecho constitucional de acceso. Los Molles no tiene agua potable de Esval, ya que este servicio llega hasta el kilómetro 27. Luego, está el Tranque Recreo, en el Km. 25, combinación Villa Alemana, y Los Molles se extiende desde el 24 al 18, sin agua potable.

GESTIONES DESDE 2012

Los Perales cuenta con APR, Comité de Agua Potable Rural, que Los Molles no tiene. “Desde el año 2012, se está gestionando con el municipio. El alcalde Mauricio Viñambres firmó unos decretos, estuvo presente en el colegio, y dijo que el año 2017 Los Molles iba a poder abrir las llaves con agua potable. Ha pasado 2017 y desde 2016 la verdad es que se nos ha negado todo lo que son las tramitaciones y está estancado el proceso. Estuve con la nueva directiva y la saliente hace tres semanas en reunión en el municipio, y el proceso está estancado hace seis meses, porque están en litigio junto al MOP y Esval con respecto a quién se hace cargo de la faja de trabajo donde van a pasar los conductos, entendiendo que Esval debe asegurar que de aquí a unos años más no va a estar perforando la carretera y volviendo a hacer todo de nuevo. Eso se mandó a Contraloría y está estancado. La Superintendencia dictó un fallo en contra de Esval, que está en un proceso de apelación, y el Municipio dijo estar esperando esa respuesta”, explica Samuel.

DECRETO MUNICIPAL DE PAGO POR TRASLADO

A fines de octubre, el Concejo Municipal y el alcalde dictaron el Decreto N°3 en que se comenzaría a cobrar a los habitantes de Los Molles, Colliguay, Los Coligües, Los Perales y La Retuca, 1.5 UTMs por el despacho del agua, porque como Municipio no pueden cobrar por el agua, sino por el transporte.

“Ahí nos nacen interrogantes, porque este cobro es de app. 70.500 pesos. En cotización con un particular por el traslado, tiene un costo de 50 mil. Además, como no pueden cobrar por volumen, da lo mismo que el vecino pague por un metro cúbico (mil litros), o 10 metros cúbicos (10 mil litros). Ahora, en consumo promedio, una familia de dos personas consume app. 2 mil litros a la semana. El beneficio que estaba entregando el Municipio son 500 litros per cápita, por lo tanto, toda la comunidad tiene una capacidad de almacenaje aproximado de mil a dos mil litros. Ahora, cuando te imponen que te va a costar 70 mil pesos que llames al camión, tienes que incurrir en un segundo gasto de almacenamiento. Además, se comienza a descomponer el agua, los camiones no cuentan con contador, el gasto de cada vecino es diferente, por lo que la problemática no es sólo pagar el traslado. Todo esta responsabilidad se está traspasando a los vecinos”, declara Samuel.

A esto, se suma la tramitación en el centro de Quilpué, teniendo en cuenta que muchos vecinos son adultos mayores, con movilidad reducida, con respecto al pago de tesorería y el tiempo de espera de la distribución. “Hay alternativas de llamar a un número, pero el despacho tiene limitantes, está restringido por decreto y, si hay incendio, no se despacha agua”.

INCENDIOS

Como cuarto punto, Samuel reitera que en noviembre han tenido cinco focos de incendio en la zona. “En una localidad donde se está negando el acceso al agua, vamos a repetir el mismo fenómeno de Santa Olga, que desapareció del mapa. A ese punto y así de crítico es el problema”, indica.

Por lo anterior, el Comité de Agua está generando y aunando criterios con algunos vecinos de los distintos sectores afectados para incorporar las comunidades y tener mayor fuerza, “pues la respuesta del Municipio fue “¿quiénes son ustedes?, esa fue la respuesta. Ustedes son cuatro o cinco personas que vienen a reclamar, y dónde están los vecinos… La problemática con el alcalde Viñambres viene desde hace mucho tiempo atrás. Estamos hablando que desde 2012 este proyecto está y, como mencionaba, hace unos tres años atrás, el alcalde estuvo en la Escuela de Los Molles, dio un gran discurso y pidió que apoyásemos a sus candidatos, y que en 2017 íbamos a poder abrir nuestras llaves, pero el gran problema es que, al parecer, nuestro alcalde se molestó por tener una baja votación en las últimas elecciones en Los Molles. Ahora, bien sesgado es el tema de su visión, porque obviamente cuando hay una comunidad que está creciendo, te lo digo yo, el último trámite que hago es cambiarme de padrón electoral. Yo todavía voto en Las Rosas, en Quilpué, llevo dos años viviendo en Los Molles y no me he cambiado. Entonces, es bastante sesgado decir no tengo apoyo de Los molles, cuando hay muchos vecinos que tienen que bajar a Quilpué a votar y están registrados en otras partes”.

Retomando la problemática del agua, Samuel señala que el concepto de cobro que se les recalcó el la última reunión con la alcaldesa subrogante, no es por el elemento en sí, sino que por el costo hora-hombre, desgaste del camión y combustible. “Mi pregunta es: nosotros, con nuestros impuestos, ¿ya no tenemos pagado el sueldo de esas personas? Nosotros pedimos que la justificación se nos hiciera llegar por escrito y en lo que nos llegó al correo no hay ningún desglose de todos estos detalles”, agrega Samuel.

GOBERNACIÓN

En cuanto a las gestiones en la Gobernación de Marga Marga, el dirigente señaló que “con el gobernador Cárdenas estamos en conversaciones, tiene un contacto directo con la presidenta, él nos apoya mucho, sobre todo esta semana que tuvimos un incendio forestal, llegaron los aviones y helicópteros. Pero él se ha visto imposibilitado, porque cuando ha solicitado los informes del Municipio, se les han negado. La Gobernación tenía unos ítems de dinero asignados y desde enero que se están solicitando esos informes, se nos mostraron los correos de solicitud, y los informes no están”, indica Samuel, siendo que el agua que se reparte es subvencionada por la Gobernación.

A su vez, menciona que se enteraron del cobro a fines de octubre, de reunión de Concejo, en forma extraoficial, ya que no les ha llegado ningún oficio al respecto, por lo que fueron a pedir explicaciones al Municipio. Desde allí comenzaron a recibir información. Es por ello que este domingo 10 de diciembre se realizará una gran reunión con los vecinos, ya que están molestos. “Considera que el fin de semana pasado ya hubo un gran incendio, sin tener agua para apagarlo”, finalizó Samuel Tapia.

 

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