La actividad se realizó con motivo del 75° aniversario de la institución.
En una emotiva ceremonia realizada en la puerta de entrada a la Ciudad del Sol, ubicada en la Plazuela de Paso Hondo, esta mañana fueron inaugurados dos relojes obsequiados por el Rotary Club Quilpué, en el marco de celebración del septuagésimo quinto aniversario de la organización sin fines de lucro.
La actividad contó con la presencia del alcalde de la comuna Mauricio Viñambres, el párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, Monseñor Jaime Da Fonseca; y el presidente del Rotary Club, René Zúñiga, junto a toda la Directiva y socios de la institución.
Los relojes entregados a la ciudad de Quilpué, gestión realizada por el rotario Mauricio Romo, se suman a las 5 esculturas donadas por el destacado artista chileno Mario Irarrázabal, montadas también en los sectores de Canal Chacao y Paso Hondo, lo que realza y da la bienvenida a los visitantes, embelleciendo la tradicional entrada a la capital provincial.
Por su parte, el presidente de los rotarios calificó la actividad como positiva, recalcando la excelente y fluida relación con el Municipio. “Nos sentimos muy alagados por la presencia de todas estas personas que están acompañándonos, porque esto está destinado a la comunidad entera. Siempre ha sido muy grato y satisfactorio, casi a nivel de amistad, trabajar con el Municipio”.
Acción Rotaria
Dentro del extenso trabajo que la organización realiza, René Zúñiga destacó el área de la educación, “especialmente el sentimiento de afecto hacia las escuelas rurales. Se celebra anualmente la “Semana del niño”, instituida por el doctor Fricke, y otras actividades relacionadas con la Fundación, en que colaboran clubes rotarios de distintas nacionalidades, como los de Canadá, con quienes hicimos gestiones para traer implementos médicos al Hospital de Quilpué y al de Viña del Mar, donde se instaló un equipo dental portátil”.
Asimismo, Zúñiga subrayó la importancia de la implementación del Programa Rotaplast, que tiene por objeto intervenir a personas de escasos recursos que padecen de paladar fisurado o labio leporino, operando a una centena de niños y niñas, con la participación de médicos de Estados Unidos, así como un valioso contingente de médicos rotarios, demostrando el gran espíritu de servicio que los mueve y anima.
En este sentido, el alcalde Mauricio Viñambres valoró el aporte y la acción rotaria en el desarrollo de la ciudad y la participación del Club en las áreas de salud, educación y el servicio a la comunidad.
“Para nosotros, los rotarios de Quilpué han jugado un rol fundamental en nuestra ciudad hacia los jóvenes, en el aspecto educacional. En materia de salud, han constituido un tremendo aporte con el Programa Rotaplast, el cual se ha realizado en dos ocasiones. Ahora, cumplen 75 años y, en ese contexto, la idea es que ellos se vean reflejados con un símbolo que no marca sólo el tiempo, sino el tiempo de trabajo, el tiempo de servicio que ellos están dando a la comunidad. Quiero agradecer su aporte y su dedicación. Son personas voluntarias que buscan recursos para apoyar a las ciudades y creo que tenemos un tremendo Club de Rotarios en nuestra ciudad”, manifestó el jefe comunal.
En la ocasión, Monseñor Jaime Da Fonseca procedió a bendecir la obra frente a los asistentes, acto que posteriormente fue acompañado por marchas interpretadas por la banda del Colegio Católico Thomas Alva Edison.
