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En Villa Alemana: Más de 40 robos en seis meses han sufrido vecinos de calle San Enrique

 

Reclaman que su calidad de vida y su trabajo de más de 27 años en el sector se han visto imposibilitados por los constantes hurtos, ya que deben turnarse por las noches para proteger herramientas y otros materiales. Acusan a la Reforma Procesal Penal de garantizar los intereses del imputado más que los de las víctimas. Afirman “volvimos al viejo oeste. Ahora, estamos tomando la justicia por nuestras propias manos. Ahora, nos están obligando a eso”.
               Son cuatro. Los trabajadores tienen totalmente identificados a los sujetos que noche tras noche durante seis meses los han despojado de sus herramientas de trabajo, neumáticos, radiadores y un sinfín de elementos que luego reducen en la misma comuna. Los dueños del aserradero “El Molino”, el taller de Mecánica “E. E. Aguirre” y otras pequeñas empresas que han levantado por cerca de 27 años la plusvalía del sector de calle San Enrique, gracias a su esfuerzo diario, ya no saben qué hacer para evitar que les sigan robando. Hoy, nuevamente la maquinaria estaba parada, ya que antenoche habían hurtado llaves y otros elementos. Han denunciado más de 10 veces y asistido a citaciones por parte de la Fiscalía, sin obtener ninguna respuesta.
               Es por eso que los trabajadores del sector se reunieron esta mañana, viernes 04 de agosto, con el ingeniero y candidato por el Distrito N° 6, Manuel Cárdenas, a quien le hicieron llegar sus  quejas respecto de la inseguridad que viven a diario en sus lugares de faena.
               “Hoy nos encontramos en calle San Enrique del sector Miravalle de Villa Alemana, donde existe un conjunto de pymes de distintas especialidades como madera, taller mecánico y construcción. Ellos están sufriendo el problema de robos sistemáticos que ya lleva seis meses, en los cuales se han entrado 40 veces a robar y ya no tienen qué medidas tomar para solucionar el problema. Consultándoles a todos, lo que están haciendo es organizándose en forma privada de tal manera de ir viendo cada noche cómo pueden solucionar esta situación. Su calidad de vida ya está por el suelo, porque prácticamente ya no tienen vida de familia, tienen que salir de sus casas de noche hacia los lugares de trabajo para cuidar sus bienes y cuando llegan a trabajar no encuentran las herramientas, lo que significa que las faenas tienen que ser detenidas, impidiéndoles construir, laborar y hacer las actividades propias para llevar sustento a sus hogares”, explicó Manuel Cárdenas.
MÁS DE LO MISMO, MISMO RESULTADO
               El candidato a diputado por la Región Quinta Cordillera, aseveró que “este es un tema generalizado. No es algo que se dé en Quilpué o Villa Alemana puntualmente, sino que en todo el país. La solución no pasa por tener más dotación de personal de Carabineros o más patrullas, pues más de lo mismo, mismo resultado. Esto hay que atacarlo de raíz. Aquí se requiere de frentón una modificación a la Reforma Procesal Penal, porque en estos momentos lo que hace la reforma es darle garantías y proteger al delincuente, y deja a la víctima defendiéndose por sí solo. El delincuente tiene abogado para que lo defienda, pagado por el mismo afectado con sus impuestos, en cambio la víctima que se ve complicada además por este tipo de cosas, debe sacar de sus recursos para poder defenderse. Al final, esta misma reforma hace que los procedimientos que realiza Carabineros sean infructíferos, ya que los delincuentes quedan libres”.
“NOS CORTAN LAS MANOS”
               Alejandro Riveros, dueño de la barraca de maderas El Molino, lleva 27 años trabajando en el sector y 37 en el rubro, en Villa Alemana. Cuenta que fue uno de los primeros vecinos en el lugar y que ayudó en la instalación de los servicios básicos, entre otros temas vecinales, cuando San Enrique era un lugar tranquilo, sin rejas.
               “Dentro de las nuevas poblaciones hay gente buena, pero hay otros que echan a perder el sector. Tengo tres individuos grabados robándome, dos de unos 35 años y uno de un adolescente. He denunciado más de 10 veces sin resultado. La policía no puede hacer más, la Fiscalía es inoperante para mí. Porque no es un monto grande o no hay un muerto, no funciona. Entonces, los que estamos abajo, en este nivel, tenemos que aguantarnos y empezar a defendernos en forma independiente. El problema mayor es la inseguridad. Nos ha costado mucho comprar herramientas y que te las quiten de la noche a la mañana, nos cortan las manos. Hemos perdido taladros de pedestales, esmeriles, radiadores, motores, herramientas manuales, cajones de los escritorios repletos”.
               Riveros insiste: “no es la policía, no es Investigaciones. Es en la Fiscalía donde hay una valla que tú no puedes pasar, porque quizá tus daños han sido menores para ellos y porque el lugar es no habitado, no tiene importancia. El mismo tipo que me robó también hizo lo propio en la panadería que está cerca. En las casas, en la bodega de la constructora, en el taller mecánico. Los vecinos nos comunicamos a través de WhatsApp para hacer vigilancia y anoche me sonó como 10 veces. Aquí en la barraca nos quedamos uno o dos y al frente, unos cuatro. La idea es atraparlos y entregarlos a la policía. Hace un mes, en la obra de enfrente, atraparon a uno y lo entregaron a Carabineros, pero no sé qué pasó con él. Lo que sí es que sabemos dónde vive y cómo se llama. Me llamaron a reunión en la Fiscalía y me dijeron que debía esperar tres meses más. Yo sé que no voy a recuperar nada, pero quiero que me garanticen seguridad a futuro, que arreglen este sistema que no está funcionando para ninguno de nosotros”, puntualizó.
               Por su parte, José Aguirre, dueño del taller mecánico “E. E. Aguirre” ubicado al lado del aserradero, indica que “todos saben quiénes son, hasta Carabineros, pero no pasa nada. A nosotros ya la autoridad no nos sirve. Somos nosotros lo que tendremos que solucionarlo, desde febrero que esto está sucediendo, pero no hay ninguna solución”. Los trabajadores indican que incluso tienen el dato del lugar donde los delincuentes van a reducir las especies, en las avenidas Primera o Segunda de la Población Los Porteños, pero que no pueden hacer nada.
               Otro de los afectados es Claudio Gallegos, trabajador de la constructora  Ágora. “Acá tenemos las bodegas para preparar el material hace más de 30 años. Acá se robaron compresores, pistolas para pintar, pinturas, y se han metido varias veces”.
CARABINEROS DE MANOS ATADAS POR REFORMA PROCESAL PENAL
               Los trabajadores se mostraron molestos con la Reforma Procesal Penal. “Uno tiene que contratar a un abogado y a los delincuentes le dan abogados gratis, y si no es mayor de edad, que se vaya para la casa porque el niño no sabe lo que hace. Si sabemos que roban para drogarse, no más”, “como cambió es muy malo. Les están dando todas las facilidades a los delincuentes y no están apoyando a la comunidad y a los que trabajan. Ese es el problema. Uno da aviso a Carabineros, vienen para acá, pero están de manos atadas. No puede detener al delincuente, no puede meterse a la casa. Ellos presentan al fiscal y ahí queda. En la fiscalía nos dicen que es lugar no habitado, que es muy baja la pena, y hasta ahí llega la investigación”. Otro trabajador opina “volvimos al viejo oeste. Ahora, estamos tomando la justicia por nuestras propias manos. Ahora, nos están obligando a eso”.
               Alejandro Riveros agregó que “después de 47 años de trabajo, estoy a punto de caer, porque dos pinganillas me vienen a hacer este daño. He perdido mi calidad de ser humano, he perdido mi calidad de vida en mi casa, porque todas las noches tengo que venir a darme una vuelta y a arriesgarme. Porque he visto que entran a robar de a tres, y cada uno con un fierro. Entonces, ya no dormimos tranquilos, suena el teléfono y salto, porque sé que si me llaman después de las 11 de la noche es porque algo pasó. Entonces, no hay vida. Dónde está el derecho de propiedad. Yo tengo derecho a vivir tranquilo” recalcó.
               Al respecto, Manuel Cárdenas aseveró: “cómo es posible que vecinos que han vivido más de 26 años en esta zona, trabajando, tratando de levantar este sector y dándole una mayor plusvalía, se vean hoy sin poder trabajar porque les han robado todas sus herramientas. Eso no es posible, entonces, los señores parlamentarios en estos momentos deberían pensar ya, y en forma definitiva, en modificar lo que la Reforma Procesal Penal para que se les dé más garantías a estas personas. En estos momentos son los delincuentes los que están siendo beneficiados. La gente se está encerrando, están llenándose de rejas. La que está en la cárcel es la gente que se ve afectada por los robos y, en cambio, los delincuentes están en la calle, libres”, puntualizó molesto.

 

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